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El Lobo Insatisfecho

Posted By Kidsinco
Categorized Under: Cuentos y Audiocuentos en Español
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EL LOBO INSATISFECHO

Había una vez un lobo y un zorro que vivían en el bosque.  Eran muy buenos amigos, pero el zorro se aprovechaba de esa amistad para no hacer nada, aun y cuando habían acordado que todos los días irían juntos de cacería y que formarían un gran equipo, lo cual no fue así.  El zorro eran tan comodino que dejaba que el lobo hiciera todo el trabajo, y solo se mantenía cerca de el para poder comer unas cuantas sobras.

Cansado de esta situación, un día el lobo le dijo: “Tú no eres un verdadero amigo.  Eres un flojo y te aprovechas de mi para tu propio beneficio, por lo que que de hoy en adelante serás el encargado de darme de comer, de lo contrario yo te comeré a ti”.  “¿Lo has entendido?”.   Por primera vez el zorro tembló de miedo ya que sabía que su amigo era capaz de cumplir su promesa, entonces le dijo: “Esta bien. Cerca de aquí hay una granja donde hay muchos borregos, si quieres, vamos a cazarlos”.  Al lobo le pareció una magnifica idea, así que se dirigieron hacia allá.  Al llegar, el zorro entro sigilosamente al granero y con gran habilidad se robó uno de los borregos, después salió de allí sin que nadie lo viera y fue hacia donde el lobo lo estaba esperando.  “Aquí tienes tu alimento”, le dijo el zorro, “comételo tan pronto como puedas, mientras tanto yo te esperare en la cueva”.  Después huyo de allí tan rápido como pudo.  El lobo devoro el borrego en un abrir y cerrar de ojos, pero como no quedo satisfecho, el mismo decidio entrar a robarse otro borrego.  No obstante, al hacerlo no fue lo suficientemente cuidadoso ya que llamo la atención de los otros animales quienes empezaron a llorar y a gritar fuertemente para despertar a su dueño.  Al llegar el granjero y sorprenderlo con su presa, tomo una vara y empezó a golpearlo sin piedad, pero el lobo pudo escapar de allí lamentándose con gritos de dolor. Al llegar a su guarida, le dijo al zorro:  “Me llevaste a un bonito lugar, pero cuando fui por otro borrego, el granjero vino y me golpeó terriblemente”.  El zorro se sonrió y le contesto:  “Te lo mereces por ser tan glotón.  Vete a descansar, porque mañana te llevare a un mejor lugar”.  “Eso espero”, le contesto el lobo, “porque si no lo haces, te recuerdo que te voy a devorar”.

Al día siguiente fueron a la casa de un campesino, y al asomarse por la ventana vieron que estaba cocinando un delicioso pollo.  Tan pronto el campesino abandono la cocina, el zorro entro por la ventana, se robó el pollo rápidamente, y se lo llevo al lobo quien lo estaba esperando muerto de hambre.  “Aquí esta tu alimento”, le dijo al lobo, “comételo tan pronto como puedas, mientras tanto yo te esperare en la cueva”.  El zorro aun no terminaba de alejarse, cuando el lobo ya se había terminado su delicioso manjar, y como era muy ambicioso se metió por la ventana en busca de más alimento.  Desafortunadamente, tropezó con una silla, causando que el ruido llamara la atención del campesino quien al verlo empezó a golpearlo fuertemente hasta que logró escapar de allí.  Nuevamente, busco al zorro y aullando le dijo: “Me llevaste a un lugar horrible, el campesino me atrapo y por poco me mata”.  El zorro no se sorprendió, y le contesto:  “¡Te lo mereces por ser tan glotón!.  Y como sé que aun estás pensando en devórame, mañana te llevare a otro lugar para que comas hasta saciar tu apetito”.

Temprano en la mañana ya iban en camino hacia la cabaña de un leñador.  El zorro le dijo al lobo que sabía de un hombre que había matado un cerdo, y que tenía la carne almacenada en un cobertizo.  El lobo le contesto que en esta ocasión no le iba a permitir que lo dejara solo, sino que tendría que quedarse con él para ayudarlo a escapar en caso de que necesitara su ayuda.  “¡Ah, por supuesto, cuenta conmigo para eso!”, le respondió el zorro.  Cuando entraron al cobertizo, vieron que había carne y comida en abundancia, y sin perder el tiempo, empezaron a comer ávidamente.  El zorro que era más listo que el lobo, entre bocado y bocado, el permanecía alerta para poder huir en caso de que alguien entrara y los atrapara.  El lobo se dio cuenta de su extraña conducta, y le dijo: “¿Por qué corres y saltas por aquí y por allá como si tuvieras chapulines?”.  “Quiero ver si alguien se acerca”, le contesto el zorro, “pero por favor, ya no comas tanto, podemos regresar otro día si no quedas satisfecho”.  Al lobo no le importo lo que el zorro pensara de él, y le dijo que se iba a comer todo hasta dejar el lugar completamente vacío.  Mientras tanto, el leñador al escuchar el ruido, entro estrepitosamente al cobertizo.  El zorro fue el primero en verlo, y sin pensarlo dos veces salió por un agujero en la pared. “¡Sígueme!”, le grito al lobo.   Tristemente, su amigo había comido tanto, que al tratar de seguirlo se quedó atrapado en la pared y a merced de las poderosas manos del leñador. 

“Finalmente pude deshacerme de ese glotón insatisfecho”, dijo el zorro al ir caminando tranquilamente por el bosque.

AUTOR: HERMANOS GRIMM

ADAPTADO POR: KIDSINCO

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